Cuando sos chico tenes algo muy claro, tu juguete preferido es tuyo, si ves que alguien lo quiere sin dudarlo decís “es mío”. Defendes con uñas y dientes lo tuyo, tu juguete, tu lugar, tu novia, pero siempre aparece alguien que viene a disputártelo. Puede ser otra persona o incluso el recuerdo de otra persona, donde había dos ahora hay tres y ya estás en una competencia.
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